La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una herramienta concreta de transformación empresarial. En materia contractual, su impacto ya es tangible: empresas en todo el mundo están utilizando IA para redactar contratos, identificar riesgos legales y acelerar procesos de negociación. Pero este avance, aunque lleno de oportunidades, plantea también interrogantes legales, éticos y estratégicos. Este artículo explora el panorama regulatorio y práctico de la IA aplicada al derecho contractual, ofreciendo a las empresas claves para anticiparse a los cambios y convertir la inteligencia artificial en una ventaja competitiva real.
¿Cómo está regulando Colombia y otras jurisdicciones el uso de la IA, especialmente en contextos como la contratación?
El 14 de febrero de 2025, el CONPES 4144 estableció la nueva Política Nacional de Inteligencia Artificial, con horizonte al 2030. Este documento, define los principios y ejes que deben orientar el desarrollo ético, técnico y regulado de la IA. Entre sus prioridades están la gobernanza, la protección de datos, la transparencia, la adopción sectorial y la evaluación de riesgos. Su impacto alcanza sectores como el jurídico, donde se prevé el uso creciente de IA para apoyar procesos contractuales.
La Unión Europea aprobó en 2024 el AI Act, una regulación pionera que clasifica los sistemas de IA por niveles de riesgo y exige evaluaciones de impacto, gobernanza algorítmica y transparencia.
En Estados Unidos, aunque no hay aún una ley federal, la Executive Order on Safe, Secure, and Trustworthy AI de octubre de 2023 estableció principios éticos para el desarrollo y aplicación de la IA, complementados por guías del NIST (National Institute of Standards and Technology).
¿Qué aplicaciones prácticas tiene la IA en la negociación y redacción de contratos?
La IA ya permite automatizar tareas que tradicionalmente consumían tiempo y esfuerzo en la redacción y negociación de contratos. Por ejemplo, se utiliza para proyectar borradores contractuales a partir de cláusulas estándar o modelos previos, hacer análisis de riesgos jurídicos, identificar inconsistencias o cláusulas y términos lesivos, y sugerir ajustes de acuerdo con las políticas de contratación internas de las compañías. Si bien estas soluciones no reemplazan el criterio jurídico de los operadores humanos calificados, sí potencian la eficiencia, reducen costos y abren la puerta a procesos de contratación más estratégicos con énfasis en los puntos más importantes de una transacción.
¿Cómo pueden prepararse las empresas colombianas para usar IA en sus procesos contractuales?
Las empresas pueden estructurar políticas internas que articulen la IA con sus procesos contractuales, garantizando trazabilidad, ética, cumplimiento y alineación con la regulación local e internacional. Esto implica: 1) diseño de matrices de riesgos contractuales, 2) modelos parametrizables según criterios legales, 3) validación humana obligatoria, y 4) gobernanza jurídica de los sistemas de IA. La asesoría jurídica especializada es clave para que estas soluciones estén alineadas con el marco del CONPES 4144 y con las tendencias regulatorias globales. La clave en esta materia es convertir la tecnología en ventaja competitiva, alineada con ética, eficiencia y legalidad.
Consultorio para Asuntos Legales de Samuel Cano, asociado senior de Derecho Corporativo
Fuente: Inteligencia artificial y contratación: una herramienta clave para las empresas | Asuntos Legales