Esta medida, denominada “America’s Clean Future Fund Act” y presentada el 19 de septiembre, tiene como objetivo frenar el cambio climático mediante la reducción de emisiones y la promoción de energías limpias.
El senador Dick Durbin (D-IL) ha reintroducido una propuesta de ley que busca imponer un impuesto a los productores de combustibles fósiles y otras industrias con altas emisiones de carbono, complementado con un ajuste fronterizo para productos importados.
La ley propone una tarifa creciente sobre las emisiones de carbono, que comenzaría en $65 por tonelada métrica de CO2 equivalente para los productores de combustibles fósiles. Adicionalmente, establecería una tarifa de ajuste fronterizo para asegurar una competencia justa entre las empresas estadounidenses y las extranjeras.
Este proyecto de ley es una versión actualizada de una propuesta anterior de Durbin en 2020, que planteaba una tarifa de $25 por tonelada métrica. La nueva versión ha sido simplificada y ajustada, con un precio inicial más alto debido a los retrasos en el cumplimiento de los compromisos climáticos de Estados Unidos.
Durbin subrayó la urgencia de actuar frente a la crisis climática, señalando que los efectos del cambio climático, como el clima extremo y la degradación ambiental, son cada vez más evidentes. El proyecto también busca fomentar inversiones en energía limpia y crecimiento económico, con un enfoque en asegurar que todas las comunidades participen en la transición hacia una economía más sostenible.
La propuesta incluye la creación de una agencia federal independiente para financiar proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático, con especial atención a las comunidades afectadas por la desindustrialización, la justicia ambiental y la vulnerabilidad al cambio climático. Asimismo, se contemplan subvenciones para ayudar a las comunidades a alejarse de las industrias intensivas en carbono, fortalecer su resiliencia ante el cambio climático y abordar la contaminación histórica generada por la industria de combustibles fósiles. Los productores agrícolas también recibirían apoyo financiero para adoptar prácticas más sostenibles. El 75% de los ingresos recaudados por la tarifa de carbono se destinaría a consumidores de bajos y medianos ingresos mediante reembolsos trimestrales, según la ley.
La oficina de Durbin citó un informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU de 2023, que advierte de los peligros de no actuar rápidamente para mitigar y adaptarse al cambio climático. También se destacó el último informe “National Climate Assessment” de Estados Unidos, que documenta cómo el cambio climático ya está impactando gravemente al país, desde la pérdida de vidas e infraestructura hasta la desaceleración económica.
El proyecto de ley cuenta con el apoyo de organizaciones como el Center for Climate and Energy Solutions y Citizen’s Climate Lobby. Aún no se mencionan co-patrocinadores en el comunicado ni en el sitio web de Congress.gov.
En paralelo, algunos republicanos están trabajando en una medida de ajuste fronterizo de carbono centrada en las importaciones con altas emisiones, particularmente de China, aunque insisten en que dicha medida no debe incluir un impuesto doméstico al carbono.