El Departamento de Comercio de Estados Unidos ha establecido tasas preliminares de derechos compensatorios de hasta el 300% para importaciones de paneles solares procedentes de Camboya, Malasia, Tailandia y Vietnam. Esta medida surge tras denuncias de fabricantes estadounidenses que acusan a estos países de exportar productos subsidiados, afectando la competencia en el mercado solar de EE. UU.
Las investigaciones apuntan a que productos solares de silicio cristalino fabricados en el sudeste asiático, con origen en empresas chinas, han sido beneficiados por subsidios injustos, lo que perjudica a los productores locales. Como resultado, las tasas preliminares varían por país: Camboya enfrenta una tasa del 8,25%, Malasia del 9,13%, Tailandia del 23,06% y Vietnam del 2,85%. Sin embargo, algunas empresas vietnamitas, que no cooperaron con la investigación, afrontan tasas mucho más elevadas, de hasta el 292,61%.
El Departamento de Comercio también ha identificado “circunstancias críticas” en la mayoría de los productores de Vietnam y Tailandia, lo que permite aplicar las sanciones de forma retroactiva por hasta 90 días. Esto podría tener un impacto considerable en las exportaciones de estos países hacia Estados Unidos.
Al mismo tiempo, empresas importadoras han acusado a compañías como Hanwha Q CELLS USA y First Solar de intentar sacar a sus competidores del mercado estadounidense a través de esta investigación comercial. Curiosamente, Hanwha Q CELLS, con una planta en Malasia sujeta a las sanciones, recibió una tasa compensatoria del 14,72%.
Según Tim Brightbill, abogado que representa a los peticionarios, estas tasas preliminares son solo el comienzo y podrían aumentar con nuevas investigaciones sobre subsidios relacionados con materiales clave, como wafers, vidrio solar y marcos de aluminio. Además, algunas empresas han solicitado extensiones, lo que podría considerarse una falta de cooperación y resultar en sanciones más severas.
Mientras tanto, grupos de la industria de energía limpia y sindicatos han solicitado al Departamento de Comercio que no imponga las sanciones, argumentando que esto afectaría la expansión del sector solar en EE. UU. Sin embargo, el sindicato United Steelworkers apoya la medida, al considerar que protege a los trabajadores de toda la cadena de suministro solar.
La decisión final del Departamento de Comercio se espera para los próximos meses, lo que podría alterar significativamente el panorama de la industria solar a nivel internacional.
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