Esta estrategia busca sortear las restricciones comerciales impuestas por la Unión Europea, Estados Unidos y otros países, que han adoptado medidas para limitar las exportaciones subsidiadas del gigante asiático.
China ha intensificado sus inversiones internacionales, especialmente en sectores relacionados con la transición energética, como vehículos eléctricos, baterías, electrolizadores y paneles solares.
El proceso se aceleró con la pandemia y la necesidad de Pekín de encontrar nuevos mercados ante la disminución de la demanda interna y la crisis del sector inmobiliario. En 2023, la inversión extranjera directa de China alcanzó niveles récord en sectores como energías renovables, componentes electrónicos y metales, con proyectos de gran envergadura, como el polo tecnológico de Geely en Malasia, valorado en 10.000 millones de dólares.
Empresas chinas líderes, como BYD, Chery y SAIC, encabezan esta expansión, estableciendo plantas en diversos países, incluidos México, Brasil, Hungría y Argentina, con el objetivo de consolidarse como referentes globales en tecnologías verdes. La Unión Europea se presenta como un mercado clave, con inversiones chinas enfocadas en la cadena de valor de los vehículos eléctricos, que en 2023 sumaron 4.700 millones de euros.
En este contexto, las relaciones diplomáticas han sido cruciales, con acuerdos entre China y países como Perú, Italia, Vietnam y varias naciones africanas para promover inversiones en tecnología, energía limpia y desarrollo ecológico. Las barreras comerciales, como los aranceles impuestos por la UE y EE.UU., han impulsado a China a establecer fábricas en el extranjero, lo que le permite esquivar estas restricciones, generar empleo y fomentar la transferencia de tecnología en los países receptores.
A pesar de que esta expansión industrial puede aliviar las tensiones laborales en algunas regiones, persisten inquietudes sobre la repatriación de beneficios a China y su impacto en los mercados locales. Con estas inversiones, China busca consolidar su influencia geopolítica y económica, utilizando su poder industrial como una herramienta para reducir los aranceles y fortalecer su presencia en el sur global.