Con la premisa de que la pandemia significó retrocesos no solo en salud, sino también a nivel social, económico y laboral, el Consejo Privado de Competitividad (CPC) difundió su ‘Informe Nacional de Competitividad 2020-2021’ al que tituló como La tarea urgente de Colombia.
Particularmente, describió ocho aspectos apremiantes para dar un impulso en este sentido: estabilidad fiscal, oportunidades de empleo de calidad, protección a la vejez, aumento de productividad, fortalecimiento institucional, conectividad, sostenibilidad ambiental e inserción en cadenas globales de valor.
Además, según Rosario Córdoba, presidenta del CPC, en momentos como los que vive el país también será primordial trabajar en la adopción de tecnologías de la información y la comunicación –rubro en que el territorio nacional obtuvo 50 de 100 puntos en el Índice Global de Competitividad 2019 del Foro Económico Mundial–, además de avanzar en capital humano e innovación (ver Paréntesis).
Pero antes de ello hay que organizar la casa y enfrentar múltiples dificultades sectoriales que empiezan desde la productividad empresarial, aseguró Santiago Levy, investigador de Brookings Institution, y quien es coordinador de la Misión de Empleo que lanzó el Gobierno.
El hoy
El experto refirió que, por ejemplo, el desempeño de la productividad en el país durante los últimos 30 años “ha sido mediocre”. Añadió que durante ese lapso el indicador creció 30 % y 53 % más en Chile y Perú, respectivamente, y que proporcionalmente se necesitan cuatro trabajadores colombianos para generar el valor que crea uno solo de Estados Unidos, y 1,4 para igualar el nivel de Argentina, México o Uruguay.
Sobre las causas, Levy mencionó que las empresas en Colombia son “sumamente dispersas”, y citó el hecho de que solo unas 72.000 unidades productivas cuentan con más de 11 trabajadores, mientras que el 97 % de todas las firmas que operan tienen entre uno y tres.
“La actividad económica en Colombia está en más de 7 millones de empresas, y las diferencias de productividad entre ellas son muy grandes”, exaltó, y a ello adhirió que las reformas sociales como salud, salario mínimo o protección a los desempleados se han hecho de forma dispareja y sin pensar cómo impactan a los trabajadores.
Ideas para el futuro
Con dicho contexto, las ocho ideas que comentó el CPC plantean reformas base para ganar competitividad en todos los frentes. Uno de ellos es justamente el laboral, para el que aconseja actualizar la legislación para “reducir los costos no salariales, permitir las contribuciones a la seguridad social por el trabajo por horas, y reformar el régimen de cesantías para que sirva de base para un seguro de desempleo”.
Igualmente sugiere una reforma tributaria para aumentar el recaudo y a la vez repensar las tasas de tributación y seguridad jurídica que golpean a los empresarios y alejan a nuevos inversionistas, algo que comentó César Caicedo, presidente de Colombina y del Consejo Directivo del CPC.
Además, de las otras sugerencias del organismo se destacan una reforma pensional para avanzar en cobertura y sostenibilidad, facilitar la transición a una economía baja en carbono, acelerar la transformación digital del Estado o modernizar la política pública de libre competencia en institucionalidad, entre otras.
Frente a esto, el presidente Iván Duque, presente en el lanzamiento del informe, indicó que si bien hay pendientes, al término de su Gobierno en 2022 espera que las inversiones que arriben en el marco de ‘Compromiso por Colombia’ superen los 170 billones de pesos, o que el 70 % de la población tenga acceso a internet de alta velocidad, como avances en competitividad.
Córdoba, del CPC, recordó que al final la competitividad es fundamental porque los países más avanzados en esta brindan “mayores ingresos, igualdad y oportunidades” para sus habitantes.