China llevó el caso ante la OMC en abril de 2018 y desde esa fecha Estados Unidos impuso, en junio de 2018, nuevos aranceles del 25% sobre importaciones de productos chinos valorados en 50.000 millones de dólares y en septiembre implementó nuevos aranceles del 10% sobre exportaciones procedentes de china valoradas en 200.000 millones de dólares, gravamen que posteriormente, en mayo de 2019, aumentó hasta el 25%.
La OMC ha considerado que los aranceles impuestos por la administración estadounidense son excesivos y violan las leyes internacionales al no ser consistentes con los principios de Nación Más Favorecida y exceder las tarifas máximas acordadas por Estados Unidos.
Trump justificó estas decisiones por las malas prácticas de Pekín en materia de transferencias tecnológicas y propiedad intelectual, pero el organismo de regulación de comercio internacional ha apuntado que EE.UU no ha proporcionado una relación genuina de fines y medios que justifique la imposición de estas tarifas sobre productos de origen chino.
Fuente: Consenso del Mercado