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El país ibérico avanza en legislación que sentaría precedente para otros países frente a la seguridad social de estas personas.
El Gobierno español está preparando cambios estrictos a la legislación laboral que podrían implicar que las plataformas de entrega de alimentos tengan que contratar formalmente a los repartidores.
Según la normativa que será propuesta esta semana, empresas como Uber Eats, Deliveroo y Glovo, con sede en Barcelona, podrían verse obligadas a ofrecer salarios, seguridad social y beneficios de desempleo a 30.000 repartidores de plataforma que trabajan en la cuarta economía más grande de la eurozona, señalo el martes un portavoz del Ministerio de Trabajo.
Aun no se ha decidido si la propuesta se presentará al Congreso para su aprobación o se emitirá a través de un decreto ejecutivo, lo que significa que podría tardar varios meses en entrar en vigor si no hay oposición.
«Con esta regulación no cabría espacio jurídico para debatir si existe genuino trabajo autónomo o no por que se presume que hay una dependencia», dijo María Luz Rodríguez, profesora de derecho del trabajo en la Universidad de Castilla-La Mancha y exsecretaria de Estado de Empleo que revisó un borrador de la regulación.
La ministra de Trabajo española, Yolanda Díaz, dijo en diciembre que el nuevo marco codificará el fallo que emitió el año pasado el Tribunal Supremo de España que determinó que la empresa de envíos Glovo tenía vínculos laborales con sus repartidores y no era un mero intermediario.
La medida será un precedente para otros países de como los legisladores responden al creciente poder de las aplicaciones de envíos y la responsabilidad que tienen por sus trabajadores.
Una disputa sobre el mismo tema ya llegó a la Corte Suprema de California y la Comisión Europea publicará sus recomendaciones para la legislación de la UE a finales de este mes.
Las empresas que dependen de no tener que contratar formalmente a sus repartidores estarían expuestas durante un periodo de intensa consolidación del mercado e interés de los mercados públicos.
El presidente ejecutivo de Glovo, Oscar Pierre, dijo en enero que tiene la intención de sacar a bolsa a su empresa con una oferta pública inicial (OPI) en algún momento de los próximos tres años. Deliveroo también estaría planeando una OPI.
Empresas como Uber dicen que sus negocios solo funcionan porque sus conductores, en el caso de Uber, son libres de elegir trabajar cuando y donde quieran, y durante las horas que necesiten.
Los sindicatos sostienen que lo que se sacrifica es que los trabajadores pierden beneficios esenciales como el seguro médico o el subsidio por enfermedad.
ENTREGAS EN AUGE
Los confinamientos debido al coronavirus ayudaron a impulsar el valor de la industria de aplicaciones de envió de alimentos a US$45.000 millones el año pasado, ya que los hogares dependían con mayor frecuencia de empresas como Delivery Hero y Grubhub, según Morgan Stanley.
Pero incluso antes de la pandemia, los envíos de alimentos eran un gran negocio en España. Los pedidos aumentaron casi 70% en 2019 respecto al año anterior, generando alrededor de 700 millones de euros (US$848 millones) en negocios para aplicaciones y restaurantes, según Adigital, un organismo de la industria que representa a las principales plataformas de envíos.
Adigital también dijo en octubre que el empleo directo, como se espera que proponga el Gobierno español, amenaza el modelo de negocio de las plataformas de entrega y podría dejar sin empleo a hasta dos tercios de los repartidores de alimentos de España.
Fuente: Portafolio