Estados Unidos detuvo las acciones del Órgano de Apelación este mes, logrando que los miembros de la Organización Mundial del Comercio tengan en cuenta las consideraciones del país norteamericano – y buscar la manera de proceder con la solución de disputas vinculantes a medida que los casos contenciosos sobre seguridad nacional llegan a un punto crítico.
Si bien la primera etapa de la solución de diferencias sigue siendo funcional, cada disputa enfrentará cierta incertidumbre. Mientras el Órgano de Apelación no esté funcionando, cualquier decisión que sea apelada permanecerá en el limbo y el reclamante no podrá avanzar con represalias hasta que se adopte un informe de apelación.
A lo largo de los últimos dos años, EE.UU. a menudo ha expresado sus preocupaciones – en gran medida relacionadas con el alcance excesivo y problemas sistémicos – con el Órgano de Apelación. Las preocupaciones son antiguas, pero el bloqueo de nuevas nominaciones por parte de la administración Trump llegó a su inevitable conclusión a principios de este mes cuando expiraron los términos de dos de los tres miembros restantes del Órgano de Apelación, dejando al órgano sin quórum.
En los próximos meses debería quedar claro cómo los miembros de la OMC se adaptarán a esta nueva realidad. Se han iniciado conversaciones plurilaterales sobre arreglos de apelaciones provisionales, y algunos miembros han planteado la posibilidad de acuerdos bilaterales de no apelación. El director general de la OMC, Roberto Azevêdo, ha iniciado «consultas intensivas» con varios miembros para encontrar una solución política.
Estados Unidos, por su parte, parece no tener prisa por encontrar una solución, especialmente sin que otros miembros reconozcan que el Órgano de Apelación se desvió de las reglas establecidas en el Acuerdo de Solución de Controversias – una exigencia recurrente de los Estados Unidos, quien tampoco ha anunciado cómo piensa lidiar con sus propias disputas en el futuro siendo el mayor usuario del sistema de solución de diferencias – tanto como demandante como demandado, EE.UU. generalmente está involucrado en muchas disputas a la vez. De hecho, ya tiene cuatro apelaciones pendientes que probablemente permanecerán en el limbo en medio de la parálisis a menos que acepte un mecanismo diferente con las otras partes involucradas. De los cuatro recursos que están siendo finalizados por ex miembros del Órgano de Apelación, EE.UU. está involucrado en uno: una disputa con Canadá sobre los derechos compensatorios sobre el papel sobrecalandrado.
En la reunión del Órgano de Solución de Diferencias de diciembre – la primera desde que el Órgano de Apelación dejó de escuchar nuevas apelaciones – Estados Unidos apeló una decisión del Panel de Cumplimiento en una disputa con India. Sin embargo, anunciaron que trabajarían bilateralmente con India en el camino a seguir sin dar más indicaciones de cómo podría proceder con la apelación.
Las fuentes de Ginebra han dicho a Inside Trade que los miembros y funcionarios de la OMC están especialmente preocupados por los próximos informes del panel que se centran en los aranceles de la Sección 232 de EE.UU. sobre el acero y el aluminio. Un puñado de países ha desafiado las medidas que los EE.UU. definidas como críticas para la seguridad nacional. Estados Unidos ha invocado el Artículo XXI del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, para aplicar la exención de seguridad nacional de la OMC, argumentando que su invocación significa que un panel de disputas no tiene jurisdicción para emitir un fallo sobre sus acciones.
El artículo XXI dice que la OMC no puede evitar que ningún miembro «tome cualquier acción que considere necesaria para la protección de sus funciones esenciales de seguridad» en tres áreas: material nuclear, tráfico de armas o acciones tomadas en tiempo de guerra o emergencia internacional.
A principios de este año, un panel se pronunció acerca del uso del Artículo XXI por parte de Rusia en una disputa con Ucrania. En su informe, el panel determinó que un miembro que invoque el Artículo XXI deberá probar que su uso se encuadra dentro de una de las tres categorías anteriormente enunciadas. Si un panel se apega a esa determinación en las disputas de los EE.UU., muchos analistas aseguran que es poco probable que puedan presentar un argumento convincente en ninguno de los tres escenarios.
La decisión contra los Estados Unidos sobre el Artículo XXI probablemente fortalezcan la opinión de los EE.UU. de que el sistema de solución de diferencias se ha extralimitado, además de alienar aún más a la economía más grande del mundo y a un miembro crítico de la OMC. La regla a favor de la interpretación de los Estados Unidos del artículo XXI se presta para un mayor uso del artículo XXI como un escudo para medidas que de otro modo serían incompatibles con las reglas del Organismo Internacional.
Las siete disputas contra los aranceles al acero y al aluminio – presentadas por la Unión Europea, China, Noruega, Suiza, Turquía, Rusia e India – probablemente se resolverán a fines de 2020. Los paneles compuestos para dichas disputas, anunciaron que el informe debería esperarse no antes del final del próximo año.
Estados Unidos ha contra-demandado a varios de esos miembros (China, la UE, Turquía, India y Rusia) por sus aranceles de represalia. Se esperan informes de algunas de estas disputas «para la segunda mitad de 2020», según anuncia la OMC.
(Una vez EE.UU. levantó sus aranceles de la Sección 232 sobre Canadá y México, los dos países informaron que sus diferencias ante la OMC fueron resueltas, al igual que EE.UU.).
Otras disputas a hacer seguimiento en 2020
China:
AD / CVD:
Energía renovable:
Otros:
DS541: India apeló el informe, que salió en octubre, en la disputa con los Estados Unidos sobre las medidas sobre las exportaciones. No es probable que la apelación reciba un informe final mientras el Órgano de Apelación siga obstaculizado a menos que EE.UU. e India acuerden una salida diferente.
Hannah Monicken (hmonicken@iwpnews.com)
Fuente: Inside Trade