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América Latina se está quedando al margen del mundo que viene

Esta noticia es propiedad de: The New York Times

Los países que integran los grandes acuerdos comerciales continúan avanzando para promover una mayor diversificación de sus mercados mientras la región permanece estancada.

Quizás pasó desapercibido para muchos, pero este mes Asia irrumpió de manera definitiva en el mundo comercial: se firmó la Asociación Económica Integral Regional (el RCEP, por su sigla en inglés), un bloque comercial formado por China, Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda y todos los países del sudeste asiático. Es un hito. En su conjunto, son un mercado de 2200 millones de personas (30 por ciento de la población mundial) y un PIB de poco más de 26 billones de dólares (alrededor del 30 por ciento del producto mundial).

En plena pandemia del coronavirus, mientras aumentan las tensiones entre Estados Unidos y China, al tiempo en que la Unión Europea aún no logra resolver el Brexit, el mensaje enviado por el RCEP es fuerte y claro: en Asia, no se pierde el tiempo. Es un mensaje que América Latina parece no escuchar ni imitar.

En Asia entienden, por ejemplo, que el proteccionismo que sacude a los países del Atlántico Norte no es el mejor camino a seguir. Han sabido entender que diferencias geopolíticas, como las que existen entre China y Japón y Corea del Sur, o entre la misma Australia y China, no deben obstaculizar la ruta hacia flujos comerciales más abiertos.

¿Qué significa el RCEP para América Latina? Por una parte, indica que Asia, el principal mercado para una buena parte de los países sudamericanos, seguirá creciendo en importancia y conformando una parte cada vez mayor de la economía mundial. Por otra, como América Latina no es parte del acuerdo, refleja la marginación de la región de estos tratados plurilaterales que surgen ante el estancamiento de la Ronda Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Fuente: The New York Times

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